Un regulador es un instrumento conectado a la tubería de convicción que sirve para controlar el flujo de gas y mantenerlo a una presión adecuada y uniforme. Sin este instrumento sería imposible utilizar estos equipos dado que la presión de origen es muy alta.
Si estos dispositivos no funcionan de manera óptima pueden llegar a causar situaciones de gran peligro como puede ser la liberación de gases tóxicos o asfixiantes, provocar un incendio o una explosión. De ahí que los reguladores deban ser utilizados por personas experimentadas y con conocimientos sobre su utilización.
Al estar expuestos a gases altamente corrosivos, se puede producir la oxidación de las pantallas y de los muelles afectando seriamente al aspecto del producto.
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¿Con qué frecuencia debes sustituir el regulador?
Para decidir cuál es el momento óptimo para reemplazar estos reguladores es necesario analizar los factores a los que está expuesta dicha pieza.
Las condiciones de temperatura, humedad o meteorológicas hacen que la vida útil del regulador varíe notablemente.
Factores que influyen en la vida útil del regulador.
Además de las condiciones ya mencionadas anteriormente existen muchos más factores que determinan la vida útil del regulador.
En primer lugar, antes de adquirirlo es conveniente que consultes con tu fabricante o distribuidor cuál de todos se adapta mejor a las características del gas. Por lo general, los reguladores de argón, helio y nitrógeno tienen mayor vida útil que los reguladores de hidrógeno o sulfuro de hidrógeno.

¿Con qué frecuencia debes sustituir el regulador?
Para decidir cuál es el momento óptimo para reemplazar estos reguladores es necesario analizar los factores a los que está expuesta dicha pieza.
Las condiciones de temperatura, humedad o meteorológicas hacen que la vida útil del regulador varíe notablemente.
Factores que influyen en la vida útil del regulador.
Además de las condiciones ya mencionadas anteriormente existen muchos más factores que determinan la vida útil del regulador.
En primer lugar, antes de adquirirlo es conveniente que consultes con tu fabricante o distribuidor cuál de todos se adapta mejor a las características del gas. Por lo general, los reguladores de argón, helio y nitrógeno tienen mayor vida útil que los reguladores de hidrógeno o sulfuro de hidrógeno.
En segundo lugar, debes tener en cuenta el ambiente de servicio. En muchas ocasiones los reguladores tienen que trabajar al aire libre, por lo que sufren una exposición directa a las diferentes condiciones meteorológicas del lugar donde estén colocados. Como ya hemos mencionado antes, esta es una de las causas que afecta directamente a la vida útil del instrumento.
Muchas de las partes de los reguladores están hechos con materiales muy corrosivos como puede ser el acero. Cuando este tipo de materiales entra en contacto con la lluvia o la nieve la corrosión es inevitable.
La tercera cuestión a tratar son los elastómeros. Muchos reguladores industriales tienen componentes elastoméricos o membranas de neopreno reforzadas o juntas de vitón. Estos elastómeros son muy sensibles a los cambios extremos de temperatura. El deterioro que le produce estos cambios a lo largo del tiempo se convierte en fallo.

Fallos más comunes de los reguladores
En cuanto a los fallos más comunes que ocurren en los reguladores podemos encontrar dos más típicos: gas regulado que se escape al medio ambiente y fugas internas.
Las fugas de gas a la atmósfera suponen uno de los problemas más habituales. Suelen ocurrir a través de las líneas del puerto, las conexiones de fábrica o la membrana.
El segundo fallo, y puede que el más importante, es una fuga interna en el regulador. A veces se la conoce como drenaje o vacío. Ocurre cuando un asiento es dañado o desplazado por un objeto extraño. Si el asiento no consigue cerrarse completamente, la presión de suministro no se mantiene y la presión en el regulador no puede alcanzar el equilibrio. Detectar este tipo de fallo es sencillo si el regulador posee una pantalla que muestre la presión regulada. Los reguladores deben ser inspeccionados con frecuencia para detectar este tipo de fallos.
Para concluir, la vida útil de un regulador empieza con su buen mantenimiento. Para evitar averías que conllevan paradas en la producción y mejorar la seguridad de tus trabajadores es fundamental tener un buen plan de mantenimiento para controlar que todo funcione correctamente.

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